jueves, 28 de abril de 2011

EL SENOR EXAMINARA MI CORAZON

“Oh Señor, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme” Salmo 139:1.
Dios realmente es Dios. Señor de la vida y dueño del alma. Nada queda escondido delante de él. Hoy quiero recordar este hecho. Mi vida no esta oculta ante sus ojos y porque él me conoce entonces eso me hace estar seguro de que él puede fortalecer y proteger mis procesos mentales más allá de lo que yo puedo comprender.
El Salmista lo expreso en el salmo 139 cuando dijo: “ Oh Señor, tú eres el Dios del albor y de las negras horas de la noche; el Dios de los picos montañosos y el Dios del mar. Tú, eres el Dios de todo eso, sé tú mi Dios. No puedo alcanzar las alturas ni puedo sondear las profundidades; hay motivos que no puedo descubrir, sueños que no puedo cumplir, Oh Dios, escudríñame.
El Dios y padre esta cerca de mí en este día. Hoy estoy consciente de eso. A él puedo entregarle todas mis profundidades. Él puedo escudriñarlo todo y revelarlo todo y además sanarlo todo. Mi vida está precisamente en sus manos y todo lo que esta en las manos del Señor está seguro y bien guardado.
De que puedo temer hoy? Solo de él, pero este temor es temor de reverencia y jamás de miedo. A Dios no se le tiene miedo, a Dios se le respeta, porque él lo conoce todo.
Hoy no me puedo engañar a mi mismo. Hay áreas de mi vida que solo Dios conoce, porque ni yo mismo las conozco, pero Dios entra a mi vida total y me revela esas verdades y cuando me encuentro frente a esas áreas entonces descubro que mi vida es cambiada solo por el poder de Dios. Este es el día para nuevamente exponerme al escrutinio soberano de Dios.
Señor, gracias por tus verdades y por tus grandezas. Hoy nuevamente te invito a escudriñar lo profundo de mi corazón y revelarme las cosas que están veladas para mi. Tú conoces mi levantarme y mi acostarme y nada está oculto de ti. Quiero hoy abrir mi corazón y recibir nuevamente el escrutinio de tu amor que redime y cambia. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

miércoles, 27 de abril de 2011

Rico... Para Que?

“Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen…”
1 Timoteo 6.18
Este es uno de los consejos que Pablo le dio a Timoteo en cuanto a ser rico. Bastante directo.
Si tu deseas ser rico (si ganas mas de $2,500 por año, estás en el 50% del mundo. $30,000…en el 5%) el tener posesiones, cosas lindas, entonces deberías también desear hacer bien con esas cosas.
¿Luchas para ganar suficiente dinero y estar cómodo, al punto de que estás cansado, descuidando a tu familia, amigos o Dios?
Entonces deberías luchar de igual manera para hacer bien a los demás con lo que tienes y con lo que ganas. Deberías tener el mismo deseo de hacer bien, de dar, de compartir. Si no lo haces, entonces has perdido el punto de vista y no entiendes lo que se te ha dado. De hecho, probablemente alabes más a tu dinero y posesiones que a Dios. Y muchos de nosotros que tenemos más de lo que necesitamos terminamos desperdiciando nuestro ingreso en cosas frívolas.
¡Cuidado con lo que te esfuerzas por tener. Con las bendiciones, viene la responsabilidad!.
Mientras más grande la bendiciones, más grande la responsabilidad. Si descuidas esa responsabilidad, entonces lo mas probable, es que también estés descuidando otras cosas importantes: Dios, familia y amigos.
Robert VanDer Meer

laarboleda47.12@gmail.com

martes, 26 de abril de 2011

Hoy… Haré El Trabajo De Un Atalaya.


En la Biblia, encontramos que el trabajo de un atalaya era una responsabilidad muy importante, el atalaya permanecía en su garita y cuidadosamente miraba y vigilaba para descubrir si el enemigo se acercaba.  El trabajo del atalaya era simplemente buscar el enemigo.
Cuando el atalaya observaba que los enemigos se acercaban, él tocaba la trompeta. Afín de que los que vivían dentro de la ciudad se preparan para la batalla. Hoy, cada cristiano tiene el trabajo de un atalaya.
Nuestro trabajo es anunciar a los que no han sido salvos que ellos están en peligro de un castigo eterno.   Hoy, quiero cumplir mi papel de atalaya en todas mis áreas de influencia.
El Señor me ha dado el trabajo de ser un atalaya. Esa es mi responsabilidad. Es mi responsabilidad anunciar  la verdad de Dios a quienes marchan por camino de destrucción. Si fracaso en hacer mi trabajo como atalaya y alertar al perdido y guardo silencio, un día seré demandado por el Señor mismo.
Dios me hará responsable de aquellos con quienes pudo compartir la verdad y no lo hice.   Se que mi trabajo no es forzar a la gente a aceptar la vida eterna en Dios.  Mi única responsabilidad es tocar la trompeta con mi testimonio y darle a los que me rodean la oportunidad de escoger.
Si las personas no aceptan reconocer a Jesús como su Salvador, yo he salvado mi responsabilidad aunque él o ella entrarán en separación espiritual.  Hoy, como atalaya debo estar listo y ser persistente. Hoy necesito estar ocupado para hacer mi trabajo y tratar de advertir al perdido del peligro en el cual se encuentra.
Mi trabajo hoy como atalaya, es el mismo del salvavidas en la playa. El  salvavidas mira desde su asiento alto y si observa presencia de tiburones , peligros o animales, le tocará el silbato.  Si los que nadan o surfean, no hacen caso al silbato, él ha cumplido su responsabilidad y ahora la responsabilidad caerá totalmente sobre los nadadores.
Día a día, el peligro se acerca para devorar a mis familiares, vecinos y amigos.  Yo no puedo permanecer indolente.  No puedo perder mi sensibilidad.  Hoy quiero cumplir mi responsabilidad.  Quizá tu eres uno de ellos algo. Hoy te anuncio que este es el día de salvación y este es el día aceptable.  No sigas por ese camino y vuélvete al Señor.
Señor, Gracias en este día te doy por darme la oportunidad de servirte como un atalaya.  Hoy quiero cumplir con esa responsabilidad.   Se que me rodea gente que necesita conocerte y en este día quiero hacer sonar la trompeta de salvación para ellos, anunciándoles que tú eres el Señor y el Salvador de sus vidas.  Dame una vez más de tu poder para hacerlo. Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

martes, 12 de abril de 2011

Que te Parece?


En la lectura de la Biblia de hoy Jesús le preguntaba a Pedro sobre el pago de impuestos, y le dice: “¿Qué te parece, Simón?” Es importante lo que pensamos. Tenemos que ser cuidadosos con nuestros pensamientos. Hay un refrán que dice:
Siembra una idea, recoge un hecho,
Siembra una hecho, recoge un hábito,
Siembra una hábito, recoge un carácter,
Siembra una carácter, recoge un destino.
Muchas personas viven en un mundo irreal. No piensan correctamente, sino que creen en lo ilusorio. La persona en su juicio cabal enfrenta los hechos, cree en la verdad, y no trata de evadir la realidad. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). El sano pensar conduce a buenas convicciones sobre el bien y el mal. Producirá la confesión, el arrepentimiento y un cambio de vida.
Cuídate de lo que entra en tu mente a través de tus ojos y tus oídos. No permitas que entre nada que contamine tu mente. Vivimos en cuerpos con mentes propensas a las malas ideas y a las actitudes insensatas. Pero por el poder de Dios podemos tener mentes renovadas que piensen en todo lo que es verdadero, todo lo henesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo que es de buen nombre, en las cosas de valor dignas de alabanza. (Filipenses 4:8)
Quizá no seamos lo que pensamos que somos; pero en lo que pensamos, eso somos.
Fuente: Edward Hochstetler, Junto a Aguas de Reposo.
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. —Proverbios 23:7